-Faldeares: Mujeres que bailan- fue un taller laboratorio de investigación-creación de tres sesiones que se realizó durante el 7,8 y 10 de marzo a partir de exploraciones somáticas con la falda, como prenda de vestuario referente a la mujer y como elemento de la danza folclórica. Este laboratorio tenia como objetivo explorar alrededor de nuestra relación con la falda como motivo para la creación reflexiva y crítica de nuestro ser mujeres en la danza folclórica y en el espacio sociocultural en que vivimos.
Las sesiones fueron organizadas de modo que se llevara un proceso de integración y reflexión somática, es decir, de modo sistémico o holístico. Yo, la otra, el entorno. La propia experiencia con la falda, la relación con la falda desde el contexto sociocultural que habitamos (Mujeres, Colombia y en ese caso la práctica dancística de la danza folclórica) y la relación entre nosotras y con el espacio que habitamos (La casona de la danza, Bogotá)
El día uno exploramos nuestra propia relación con la falda a partir de ejercicios de reconocimiento con esta, de modos de aproximarnos, y de sensaciones a partir de las cuáles creamos una pequeña secuencia coreográfica de manera colectiva.
El día dos trajimos colectivamente noticias, recortes e información como detonante de lo que acontece en nuestro contexto con la falda. Paralelamente a esto exploramos desde la sensaciones de diferentes danzas de las costas colombianas modos de aproximación o técnicas de la falda -faldeo- en la danza folclórica. Con estos estímulos surgieron composiciones personales que daban reflexión y/o respuesta desde la danza a lo que nos hacia sentipensar nuestro estar dentro de este contexto.
El día tres trabajamos la sensación de integración. La falda como lo circular, lo sistémico, lo que nos convoca. Exploramos el giro trabajando la sensación de relación entre yo, nosotras y lo que nos rodea en el vuelo de la falda. A partir del proceso desarrollado creamos un -Score- (pautas coreográficas) que detonaban acciones con la falda y entre nosotras es diferentes espacios alrededor de la Casona de la danza, con lo cuál nos integrábamos también al territorio que estábamos habitando.
El encuentro, estar juntas nos permitió detonar reflexiones, movimientos, imágenes, sensaciones y sentires potentes alrededor de ser mujeres, de la falda, de la danza folclórica y en general de nuestra manera de habitar-nos. Esto me permitió reconocer como las comunidades que se crean en estos encuentros fugaces nos permiten re-existir. Mucha potencia femenina, aprendizaje y danza.
Este taller hace parte de una investigación en la cual me encuentro trabajando y que es posible al materializarse en la practica misma y el dialogo con aquellas que se unieron a esta aventura. Gracias a ellas.
Gigi Ingrid Terreros
Maestra en Artes Escénicas PUJ Maestrante Estudios Artísticos ASAB